Carlos Manuel Arita Palomo
Nació en el año 1912 en Ocotepeque, Honduras.
Inicio sus estudios jurídicos
en Tegucigalpa, finalizándolos en León, Nicaragua.
En el gobierno del doctor Roberto Suazo Córdova fungió como presidente de la Corte Suprema de Justicia. Vivió
durante mucho tiempo en El
Salvador, donde murió. En ese país publicó la Revista Centro América Ilustrada y el semanario Esfinge. En
Honduras dirigió la Revista Correo Literario de Honduras, auspiciada por el
Ministerio de Educación Pública, desde 1959 hasta 1963.
Poema
CANTO
AL MAR
Mi corazón se vuelve carabela
en la azul acuarela
del mar.
Es hermosa la noche, y la luna
es la esclava moruna
del mar.
Siente el alma una fresca alegría
y es la noche lunar como el día
en el mar.
Tejiendo va el viento su azul serenata
y en la noche de plata
cantando está el mar.
Y un pescador en su canoa de oro
va sacando con su azuelo un meteoro
del fondo del mar
La noche se vuelve como una azucena,
se quita del hombro una capa morena
y se baña en el mar
Viene una ola con otra jugando
y una gaviota que pasa volando
las besa al mar.
Y nos habla de amor y armonía
la clara pedrería
del mar.
Y en filas los luceros
se van iluminando los senderos
del mar.
Y me pongo a soñar junto a la playa
y son mis sueños como una atarraya
del porte del mar.
Y al oeste se duerme una bahía
en la azul lejanía
del mar.
Hay un fulgor de ensueño en los manglares,
las espumas se vuelven azahares,
borda encajes el mar.
Y el corazón se vuelve una gaviota
para cruzar la inmensidad remota
del mar.
En la rompiente hay estrellas de olas
y es acorde de extrañas sinfonolas
la música del mar.
Y otras que se desmayan amorosas
en las plateadas playas rumorosas
del mar.
Y en ese mar de luz y maravilla
allá en el fondo de las aguas brilla
el corazón del mar.
Cantan alegres los pescadores:
"las perlas son las flores
del mar".
Y el corazón camina hecho suspiro
por el agua de plata y de zafiro
del mar.
Adylia Cardona
Nació en el
año 1926 en Honduras. Estudió Ciencias Jurídicas y Sociales en
la Universidad Nacional Autónoma de Honduras. Sus escritos se caracterizan
por un estilo regionalista y sencillo, en los cuales recrea el sufrimiento de
los más desposeídos de Honduras. Vivió sus últimos años en Costa Rica.
Algunas de sus obras
inéditas: El amiguito patriota (dramatizaciones escolares), y
los poemas Fontana lírica Sonetos
Poema
LA
MOLIENDA
¡Que franca alegría!
Ya vienen saliendo los bueyes cargados
Con cañas jugosas, del cañaveral;
Les brillan los ojos cual gemas preciadas
Y vienen tan briosos como un huracán.
Ya meten la caña.
El trapiche empieza a girar,
Con dientes enormes como de gigantes
Las cañas tritura y empieza a chirriar;
Y luego los gritos: ¡Anda guey galanteee!
Ya prende la hornilla.
El humo cuajado sale en espiral;
Y cuecen el jugo, el jugo verdoso
Que sube corriendo queriendo escapar;
¡que rico está el caldo! pero, ¡que sabroso!
Todos los huacales
Vienen sudorosos los alegres niños
De la vecindad; y corriendo vienen
Y vienen volando sobre la campiña
Pues de las cachazas su parte ya tienen.
La miel ya de punto.
Empiezan las palas como un remolino
A batir y en los moldes a cuajar empieza;
Y ha cristalizado por arte divino
En rubias panelas, la Naturaleza.
Pompeyo
Del Valle
Pompeyo del Valle (26 de octubre de 1929-23 de agosto de
2018) fue un poeta y periodista hondureño. De Valle nació en Tegucigalpa , Honduras el 26 de octubre de 1928. Hijo de Carlos del Valle
y Soldevilla (de Perú ) y Carmen
Moncada Rivera, nació y se crió en la casa de su abuela materna en el barrio La
Ronda, cercano al Metropolitano. Catedral y Ayuntamiento. Del Valle debutó
como periodista en las páginas de diarios políticos como, El chilío, La
Voz del Trabajador, Alianza de la Juventud Democrática , entre
otros. Después de muchas aventuras y desventuras, Del Valle se involucró
en la redacción de dos de los principales periódicos nacionales de la
época, El Cronista.y El Día . Se convirtió en
Director de la Revista de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras.
Poema
HONDURAS
Sobre
esta Honduras de fusil y caza,
de
asfixiado color y amarga vena,
se
oye gemir el mapa de la pena
que
en murallas de sal se despedaza.
Bajo
esta Honduras de metal y maza,
de
enterrado perfil – laurel y arena-
como
un tumulto de cuchillos suena
la
atormentada sangre de la raza.
Pero
otra Honduras de potente aurora,
decidida
y total y vengadora
alza
la frente perseguida y bella.
Porque
una tropa juvenil se agita
bajo
su cielo y en su voz gravita
el porvenir, fundado en una
estrella.
Eduardo Callejas
Nació el 14 de agosto de 1932 en Puerto Cortés, Honduras. Maestro jubilado, reside en Puerto Cortés.
Nació en Puerto Cortés (1932). Narrador.
Maestro jubilado, reside en Puerto Cortés. Obra: El
Francotirador y otros cuentos (1995); Benito el pelicano
(1998); Los cuentos de Callejas (2000). De Acuerdo a
Helen Umaña, "una dignidad literaria no surge
de consideraciones extraestéticas relacionadas con
la vida del autor. Descansa en la habilidad con que Eduardo Callejas,
Gracias
al conocimiento de las formas linguísticas y
de las técnicas literarias, va configurando pequeños relatos de dosificado ritmo en
los que destaca un lenguaje caracterizado - entre otras virtudes - por el empleo de una ironía.
Cuentos
El
francotirador y otros cuentos (1995).
Benito,
el pelícano (1998).
Los
cuentos de Callejas (2000)
Marco Tulio Del Arca
Nació en el
año 1942 en Olanchito, Honduras. Realizó
sus estudios primarios en la escuela “Modesto Chacón” y
estudios secundarios en el Instituto “Francisco J. Mejía”.
Estudió en la Escuela Nacional de
Bellas Artes y de licenciatura en el CURN en San Pedro Sula. En
esta ciudad formó parte del taller literario La Piedra que habla.
Además, en Tegucigalpa, integró el grupo cultural “Vida Nueva”. Fundó
y dirigió el semanario “Nuestra Voz y la (Revista)
Punto Nuevo. Reside en San Pedro Sula.
Perteneció a varios
grupos, Juventud Literaria, Sociedad Literaria y Vida Nueva
de Tegucigalpa. Integrante del Taller Literario
"La piedra que habla" de San Pedro Sula. Fundador y
director del "Semanario Nuestra Voz", órgano informativo de los
olanchitos en San Pedro de Sula.
Ha sido columnista de Diario TIEMPO, de San Pedro de
Sula y Director cultural del periódico Noticias de Nueva York, donde
residió por muchos años. Sus obras han sido presentadas
en Centroamérica, Nueva Orleans, Casa de las
Américas en La Habana, Cuba, también en Nueva Jersey y
Nueva York. Ha leído con poetas de varios países.
Poema
Candelario Reyes
Candelario Reyes. Dramaturgo y promotor cultural hondureño. Voz
renovadora de la dramaturgia contemporánea de Honduras.
Fundador del teatro Yahamalá y del Centro
Cultural Hibueras en Santa Bárbara.
Dirigió la revista cultural
Guancasco.
Poema
Menester |
Para el poeta chileno Quique
Silva
Sancho ríe a solas;
así hace juicio y saliva
saboreando el tiempo:
ríe de recordarse de la
ocasión cuando Don Quijote
bajo la costra del verano
y dentro de una armadura
arcaica,
en la que para ser caballero
andante
metió su humanidad,
más abundante de huesos y
pellejo,
que de músculo y sesos:
viéndolo bien,
era huesos,
pellejos y sesos los que se le asaban,
que el irredento sol,
de esas soledades,
calentaba su armadura como
una sartén sin mango,
al punto, de que Don Quijote
ya olía a chicharrón.
Y lo difícil que fue
desatarle del cuerpo los
pedazos de fierro
convertidos en un imperio
del mismo infierno.
Por suerte logró desnudarlo,
y sofocarlo casi con gotas
de agua
en aquel desierto,
del que Dios guarde al
mundo.
También ríe de pensarlo
vagando desnudo por los
riscos de La Sierra Morena,
enfermo de una pobreza por
dentro,
no de amor, ni de locura
sino de delirio de si mismo,
que es también como un
incendio,
que deseca el seso y
acongoja el alma;
de lo que La
Virgen Magdalena nos guarde.
Y es que no sólo una
armadura
es acicate para cualquier
Quijote,
si recordamos cuando caído
como pez torpe
en el fondo de una poza,
estuvo a punto de ahogarse
por el peso de su arnés;
de no ser salvado por
aquellos molineros
que después lo apalearían,
hasta aguadearlo, o
escurrirlo más bien
por causa del capricho,
y de la ofuscación,
de exigir a fuerza,
lo que no se puede,
y cuando no se debe.
Por que defendiendo su
razón,
viéndose en lo correcto,
necios de su verdad,
hasta los cuerdos y
caritativos, se vuelven crueles.
Sancho tiene cuatrocientos
años,
y cada siglo
rejuvenece,
recordado y restablecido en
el vulgo,
van sus adagios en millones
voces,
cada vez mejor dichos,
y menos escuchados.
Sancho amigo,
no de un lugar sin Mancha,
ni de una Mancha fuera de
lugar,
en que para honra de
Dulcinea.
ayuna, se desvela y porfía,
caballero sin par, que desde
su cabalgadura
ve lo que viene, y vislumbra
lo que será.
Pudiendo más la locura que
la razón,
el valor que las hazañas,
la aventura mucho más que la
ventura:
viene, sea, que tú o yo:
sanchos,
y te encuentras con
Quijotes.
Convirtiéndolo en célebre
escudero montando a Rucio,
jumento tan reputado
como el asno anónimo que
cargó al Nazareno:
estableciendo las
distancias,
por supuesto;
no entre borricos.
Porque veredes, Sancho
amigo,
que en el camino de las
preguntas de sí propio,
no dudando que los gigantes
sean molinos,
o el ulular del viento una
guerra santa;
podríaste también
encontrarte siendo un Quijote,
quizá velando tus armas,
deshaciendo entuertos,
y no menos resquebrajado de
huesos y alma,
por creer ver con los ojos
y oír con los oídos,
hasta donde la imaginación
es ciega y sorda.
Pero Quijote al fin,
tanto cuan gozoso por la
dicha y fermosura,
de una dama no tan alabada
como debiera serlo,
aquella a quienes
dediques tus oficios y pesares,
y para quien
vivencies haciendo cabalgata
sea en Clavileño
o en Rocinante,
que igual entrambas
cabalgaduras
se tocan las estrellas de
los siete cielos,
que siendo uno
caballo de palo
y el otro
de carne y hueso,
por algún secreto
de lo desconocido,
ambos viven,
como
pares tentados por la vestales de la edad de oro:
que hay mundos más por
encima de lo que pensamos,
como hay para el amor
adornos de elogios y alabanzas,
que nunca darán fin.
Sancho,
y que tú por no ser árbol
sin hojas,
siendo tan abundante de
verbos y adagios,
no fueras menos Quijote que
de mí escudero,
de no ser por la grandeza
deste tu señor,
dicha de toda edad y siglos,
escudo y lanza; que sin
malicia, o falsedad
aguija al mundo y resguarda
el honor de los débiles,
pone a prueba el deshonor y
el fraude,
o combate el desamor, la
crueldad y la culpa:
aunque tú te veas,
Sancho,
el que fuiste brazo, savia y
razón
del buen
gobernar de una ínsula,
nunca olvides,
de donde sacaste la
inspiración y el valor.
Y ambos,
Sancho mío,
no olvidemos que encarnación
somos,
dese fabulador que jamás,
como nosotros, pudo venir a
las Indias,
y que para bien nuestro
hiciese menester
en que suéñame creyéndome
curarme mis feridas
y que para el dolor, basta
el aceite, la sal
el vino y el romero.
Pero que
también me erigió sabio
de saber que nunca será
mejor
tener llenas las
alforjas, como penar, penas de amor
por el valor del servicio al
bien amado,
y la devoción de la amada
por el dueño de su hermosura…
…como hizo de ti, de mí
los mayores deliberadores de
la razón de la sinrazón.
Por él y con él
es como cabalgando vamos,
yo en Rocinante
y tú en Rucio,
no menos felices que
sufridos,
que es así cuando
entre bandidos te veas, frestones, curas, cabreros,
señores de alcurnia, o
simples rameras;
en la noche ésta, en que
todo, cada vez, mayormente huele,
y no precisamente a ámbar;
así le vertamos las mejores esencias.
David Fortín
David Fortín. Maestro, poeta y escritor ceibeño, reconocido por su aporte a la cultura y por incentivar en sus alumnos el amor por la literatura.
Nació en Yuscarán, El Paraíso en Honduras.
Cuando tenía doce años llegó a vivir a La Ceiba junto a su familia.
Promotor
cultural, profesor en ciencias sociales, Licenciado
en Teología y cofundador del grupo literario ceibeño El Verbo. Ha
participado en encuentros literarios a nivel nacional. Fue invitado al
encuentro mundial de poetas, celebrado en La
Habana, Cuba en el año 2009.
Forma parte del
legado poético, que ha venido del oriente al norte como
presagiando versos kerigmáticos, y así construye un sendero en
la poesía, un diáfano cielo de mimos, un puente colgado
de letras, un universo de metáforas donde ríen y
lloren las galaxias hasta encontrar un hábitat en la
eternidad. En su poesía existe una multitud de formas y recursos estilísticos
de los cuales no está subordinado; pero hay tendencias a ciertos movimientos o
algunas influencias marcadas, que se manifiesta en cada esquina del verso.
También escribe,
sobre aspectos filosóficos, metafísicos, ambientales, sin duda la adversidad,
la voluntad y la justicia son temas de mucho interés;
la teología como ciencia y como reflexión de la fe y del
reino; la escatología como debate en la postmodernidad, por el origen y fin de
la vida, visto como un enigma, mayor que un proceso biológico,
político y social.
Poema
Roberto Sosa
Roberto Sosa (1930 - 2011) fue un poeta hondureño, uno de los más prestigiosos en
su país.
Realizó sus estudios superiores en la Universidad de
Cincinnati, en el estado de Ohio (en Estados Unidos), donde realizó una
maestría en Artes.
Dirigió galerías y siendo director de revistas
literarias y docente de la cátedra de Literatura, impartió clases de literatura
hispanoamericana y española.
Colaboró en los principales diarios y revistas de
Honduras y demás países centroamericanos. Su obra poética ha sido
favorablemente comentada en España, Colombia y México. Pertenece al grupo de
intelectuales hondureños «Vida nueva» y dirigió la revista mensual Arte y
Letras Presente, publicación de carácter centroamericano, que editaba Oscar
Acosta, y de la página literaria de La Prensa en San Pedro Sula.
Falleció el 23 de mayo de 2011 en
Tegucigalpa (capital de Honduras).
Poema
Esta luz que suscribo
Esto que suscribo
nace
de mis viajes a las inmovilidades del pasado. De la seducción
que me causa la ondulación del fuego
igual
que a los primeros hombres que lo vieron y lo sometieron
a la mansedumbre de una lámpara. De la fuente
en donde la muerte encontró el secreto de su eterna juventud.
De conmoverme
por los cortísimos gritos decapitados
que emiten los animales endebles a medio morir.
Del amor consumado.
desde la misma lástima, me viene.
Del hielo que circula por las oscuridades
que ciertas personas echan por la boca sobre mi nombre. Del centro
del escarnio y de la indignación. Desde la circunstancia
de mi gran compromiso, vive como es posible
esta luz que suscribo.
Eva Thais
Edith Tarríus López, mayor conocida por su
seudónimo “Eva Thais”, nació en la ciudad de El Progreso en el año de 1931. En
1970 fundó la agrupación intelectual femenina “Ideas”, en la ciudad de Tegucigalpa.
Fue subdirectora de la revista del mismo nombre y de
la Escuela Nacional de Bellas Artes. Literariamente se le vincula con los
miembros de la Generación del 50.
Sus obras más relevantes en la poesía fueron: “Lluvia de
ilusiones (1954)”; “El canto de todos (1956)”; “Agonía del sueño (1961)”; “El
niño, el hombre, el enigma (1979)”; “Canción de amor en cuatro tiempos (1984)”;
“Cátedras y espejos (1985)”; “Arboles de los ojos eternos (1993)”.
Poema
Amo la
soledad
la sola soledad
por ser la mía...
Sueño, soñar con esta soledad
soledad de eternidades
donde se encuentra
mi sola soledad
en ella misma...
Roque Ochoa Hidalgo
Nació en Tegucigalpa
(1932). Poeta, tipógrafo y dirigente sindical. dirigió la Revista y boletín SITRAINGRAF,
director de voz obrera. Fue uno de
los fundadores de
la Federación Unitaria de Trabajadores de Honduras
(F.U.T.H.). Obra: Del alba al atardecer (1990);
Poema
AL ANDANTE CABALLERO
GENERAL don FRANCISCO MORAZAN
a
don Guillermo Emilio Ayes (p)
ferviente morazanista.
Mi
tierra, General, con sus montañas
de pinos taciturnos, erizadas,
conoce de la luz de tus miradas
y guarda tu legado en sus entrañas.
El
crimen y la muerte telarañas
inútiles tejieron fracasdas;
presente de la Patria en las jornadas
hoy vives, General, nuevas campañas.
Las
huellas luminosas de tus pasos,
en cimas, en abismos y llanuras,
en albas, meridianos y en ocasos
perviven, General, y en las más puras
virtudes de tu pueblo, con los lazos
eternos de amor de nuestra Honduras.
Félix Alberto Martínez Perdomo
Nacido en Comayagua, Honduras. Centro América
Catedrático de la Universidad Tecnológica de Honduras.
Sub-Director del Instituto Oficial Manuel Bonilla.
Poema
Biografia
Si, no quiero que se sepa
Lo de este desaforado sentimiento
Pero me muero por ti
Lo de esta debilidad
pero te amo
por mis poros resuma su olor
la soledad cuando no estás
No quiero que se sepa
lo del poder que ejerces sobre mí
Porque me apena
Pero tu dominio se agolpa en mi mirada
Crispa mis nervios
particulas de un dios
se desprenden de mi dolor
por mis ojos se cuela
El frío de las madrugadas
y entumece mis párpados.
Alguna vez, es verdad,
Despiertas mi deseo de vivir
Pero casi siempre
socavas en mi rostro
Túneles enteros de desolación
Y en cada arruga que se bifurcase divide mi vida.
Rigobero Paredes
Rigoberto Paredes (*Santa Bárbara, Honduras, 26
de abril de 1948 – Tegucigalpa, 9 de marzo de 2015) fue un poeta,1 ensayista y editor hondureño.
(1948 – 2015). Poeta, ensayista y
editor. Perteneció a los grupos literarios: Tauanka de Tegucigalpa y
Punto Rojo de Colombia. Ha recibido el premio It-zamná de
Literatura, otorgado en 1983 por la escuela Nacional de Bellas Artes de Honduras
y el Premio Nacional de Literatura Juan Ramón Molina (2006). Ha sido finalista
en los Certámenes internacionales de poesía de Casa de Las Américas (Cuba),
EDUCA (Centroamérica) y Plural (México). Como poeta, participó en recitales
personales y colectivos en festivales celebrados en Honduras y varios países
americanos y europeos, como España, Francia, Costa Rica, Nicaragua, El
Salvador, Guatemala, Estados Unidos de América, México, Colombia, Argentina y
Chile.
Fungió
como Viceministro de Cultura, Diplomático de Honduras en México y Director de
Asuntos Culturales del Ministerio de Relaciones Exteriores, también fue es
asesor cultural del expresidente Manuel Zelaya.
Ha sido
co-fundador de los proyectos editoriales: Editorial Guaymuras, Editores
Unidos y Ediciones Librería Paradiso, así como de las revistas Alcaraván,
Paradiso, Imaginaria y Galatea.
Cofundador
del proyecto cultural Librería Café Galería Paradiso, 1988, desde donde
promovió las artes.
Poema
BELLEZA
incierta, impura belleza.
Qué buscas dentro de mí, belleza.
O sólo quieres que te nombre, belleza,
como a toda belleza
impostora de mí, de ti, belleza.
Digo, quiénes seremos tú y yo, belleza
cuando ya no exista la belleza.
Comentarios
Publicar un comentario